martes, 24 de julio de 2007

Nunca digas "No puedo"

El poder de la palabra es inmenso. A partir del lenguaje el ser humano se relaciona con su entorno, lo entiende y lo descifra. Hablando se entiende, se comunica y crece la gente.
Hay evidencias de que la manera en la que verbalizamos nuestra realidad es determinante para la forma en la que interactuamos con ella; las palabras que usamos nominan al mundo, le dan cuerpo, dotan a nuestras realidades de características simbólicas. La palabra es el funtamento de la cultura.
A partir de la manera en la que hablamos del mundo, en cierto sentido lo construimos: trazamos nuestros propios límites y apuntamos hacia nuestrso logros potenciales. Y este hecho resulta bien potente, para bien o para mal, usando el lenguaje podemos echar buenas o malas vibras, para nosotros y para quienes nos rodean.
Teniendo en cuenta lo anterior, en el ejercicio de estar bien cada día está proscrito el ejercicio de hablar usando fórmulas negativas. Si decimos "nunca" o "no puedo", estamos condicionándonos inconscientemente para que así sea. Lo recomendable es usar el optimismo como medio para la construcción del lenguaje, aún cuando no lo sintamos en una primera instancia; una de las frases del pintoresco Alex Dey es publicitaria pero no demagógica: empezamos fingiendo y terminamos creyendo. Hay que empezar a comportarmos como deseamos estar.
Algo aún más preocupante para quienes somos papá o mamá: nuestros hijos aprenden mucho escuchándonos.
Hay un video excelente que cuenta la historia de un tipo llamado Tony Meléndez, se trata de un señor que nació sin brazos y que ha logrado un montón de cosas en su vida; el mensaje dle video es "no andes diciendo que no puedes, fíjate en mí que sin brazos he logrado mucho... tú, que tienes tu cuerpo completo, ¿hasta dónde puedes llegar?".
Así que, a aprovechar esos brazitos y a trabajar, nunca decir nunca y prohibido decir "no puedo".

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