viernes, 27 de julio de 2007

Dejando los veinte

Como todos los cambios, el de dejar los veinte y entrar en los treinta es difícil. Difícil porque se abandona una época marcada por la inexperiencia, por la buena voluntad, por el relajo, y se entra a otra en la que se espera más de uno, en la que en muchos sentidos "ya hay que agarrar seriedad", es una transformación interesante.
Hay una buena amiga que es exactamente 10 años mayor que yo, y recuerdo hace muuucho, cuando ella cumplió los 30 y yo los 20, que me decía "aprovecha tus veinte, porque se te van a ir como agua", y dicho y hecho. En realidad, toda la vida se pasa volando, por eso es importante aprovecharla, disfrutarla al máximo, sacarle provecho a cada momento que estamos en esta tierra.
Poco a poco a medida que uno se adentra en los treinta y tantos van ocurriendo transformaciones relacionadas con el propio desarrollo del cuerpo humano: algunos empezamos a ver las primeras canas, crecen las panzitas y las entradas en el cabello; otros más se dan cuenta de que ya no recuerdan las cosas y los detalles con la misma frescura de antes: es parte de la vida.
Otros más se aferran a la veintena, y andan en patineta y dicen "guey" a los chavalos; no les cae el veinte de que estamos viviendo el tránsito de que a uno le digan "joven" para que le digan "señor".
Como todas las demás épocas de la vida, dejar los veinte y llegar a los treinta es un momento digno de disfrutarse.

1 comentario:

SASHKKA dijo...

No manshes tampoco estas tan vetarro, o sea tu punto es que se trata de agarra seriedad por el hecho de que tu espiritu este atrapado en un cuerpo que envejece cada vez mas? pensandolo bien ya estas chocheando! JA JA JA JA JA JAJA B.R.O.M.A.
Sashkka