
Y el problema no radica ahí, sino en la inflexión de que para poder cumplir nuestros sueños hace falta trabajo duro, y constante. No sirve ponerle al camello como loco un día y luego descansar dos, y eso es válido para la chamba, para las relaciones, para el ejercicio, para todas las dimensiones de nuestra vida, es infalible la fórmula de la gotita de agua, que poquito a poquito se va abriendo paso por entre la roca.
Así que, que esa sea una de nuestras premisas de vida: hay que empezar, pero hay que saber mantenerse en el camino, hasta el final, aguantando...
No hay comentarios:
Publicar un comentario